miércoles, 10 de abril de 2013

¿Qué ver de Roma?

Después de conocer la historia de la Antigua Roma, ha llegado el momento de descubrir lo que podemos ver y visitar en la que llaman la città eterna. Desde hace casi tres años voy y vengo de esta ciudad que me tiene enamorada, por ello creo saber cuales son los principales atractivos de ella, a la vez que los mejores restaurantes y trattorias y los trucos para que no timen a nosotros, los turistas.
Cuando hayamos cogido los billetes de avión, nos empezarán a asaltar las dudas de cómo llegar del aeropuerto al centro de Roma, de cómo movernos por la ciudad, o cuáles son los principales sitios que tenemos que visitar... Por orden cronológico empezaremos explicando como llegar al centro, y es que hay dos aeropuertos: Ciampino y Fiumicino (también llamado Leonardo Da Vinci).
Para llegar desde el Aeropuerto de Ciampino hasta el centro de Roma no hace falta coger obligatoriamente un taxi, o el autobús de Terravision (con un coste de 8€ ida y vuelta), sino que es mucho más barato coger el autobus de Cotral (con un trayecto de 20 minutos y un coste de 1,20€,) nos llevará hasta la estación de metro de Anagnina donde podremos movernos con total comodidad, llegando directamente a Piazza Spagna, Termini o Fontana di Trevi. 
Para llegar desde el Aeropuerto de Fiumicino hasta Roma, lo mejor es coger el tren FL1, que nos lleva hasta la "Stazione di Ostiense". Una vez en Ostiense podemos coger la linea A del metro y llegar, por ejemplo, a la estación del Colosseo... ya estamos en el centro de Roma.


Pongamos que paramos en el metro Colosseo, ya estamos en pleno centro y no hay que buscar mucho a este anfiteatro tan famoso, pues según salgamos de la estación nos toparemos con el. Éste fue construido en el siglo I en honor a la dinastía Flavia, considerado uno de los monumentos más importantes de la Antigüedad Clásica, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1980. En la antigüedad se usaba para batallas de gladiadores, y para enfrentar a gladiadores con animales como panteras, leones o rinocerontes, entre otros... En la actualidad se le considera la mayor atracción turística de la ciudad, teniendo como única utilidad aquella de hacer viajar imaginariamente a los turistas a la Antigua Roma.
Sin apenas movernos un centímetro del Colosseo, encontramos el Arco de Constantino, erigido para conmemorar la victoria de Constantino el Grande en la batalla del Puente Milvio, en el año 312. El arco mide 21 metros de alto, la parte inferior del monumento está construida con bloques de mármol, mientras que la parte superior es de ladrillo. Una curiosidad es que, en la parte que mira al Palatino, hay una puerta para acceder al interior del arco.
Si continuamos caminando hacia el Palatino, es decir siguiendo la dirección del Arco que acabo de comentar, encontraremos el Circo Máximo, una antigua pista de carreras. En ella cabían hasta 12 carros de caballos y su construcción se remonta a la monarquía romana, es decir a los siglos VIII-VII, aunque tomó su forma definitiva durante el gobierno de Julio Cesar. En la actualidad lo único que se conserva es la explanada donde tenían lugar las carreras, ahora recubierta de hierba.
Continuando nuestro recorrido, llegaremos a "La Bocca della Verità", es decir, la famosa máscara de mármol con forma de cara de hombre que cierra la boca si en ella mete la mano un mentiroso. Su realización data del siglo I d.C y su utilidad es un misterio, aunque se ha barajado la posibilidad de que formara parte de una fuente o incluso de una cloaca. En la actualidad la encontramos formando parte de la Iglesia de Santa Maria en Cosmedin.
Una vez que hallamos metido la mano en la boca de esta máscara y nos hallamos hecho la típica foto, seguiremos nuestro circuito por Roma callejeando un poco hasta llegar a la Plaza del Campidoglio. Allí encontraremos los museos capitolinos donde podremos admirar obras y esculturas tan famosas como: la Loba Luperta, el Discóbolo, el cuadro de Rómulo y Remo de Rubens, la Vénus Capitolina...
Bajando por la calle de la derecha según está ubicada la plaza, nos encontraremos con el conocidísimo Foro Romano, centro político, económico y religioso de la antigua Roma. Adquirida la entrada (válida también para entrar al Colosseo) podremos pasear entre monumentos, edificios y ruinas que datan de la primera etapa de la República Romana. Las edificaciones más famosas de este foro son: el Templo de Rómulo, el de Saturno, el de Vesta, la Basílica Emilia, el Arco de Tito, la Curia Hostilia (el Senado), la Via Sacra...
Una vez que hayamos viajado mentalmente por las calles de la Antigua Roma, nos dirigiremos al Monumento de Vittorio Emanuele situado en Plaza de Venecia. Este enorme edificio data del 1895 y fue realizado en honor al primer rey de la Italia unificada. Ha tenido muchísima polémica debido a que, por un lado supone una gran ruptura con el ambiente que crean las demás ruinas de la Antigua Roma y por otro, ya que para su construcción tuvo que destruirse parte de la Colina Capitolina. Sin embargo, este grandioso y reluciente monumento deja boquiabiertos a gran parte de los turistas que acuden todos los años a Roma.
(De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Monumento a Victor Manuel; Foro Romano; Arco de Constantino; Colosseo; Bocca della Verità; Circo Máximo; Piazza del Capidoglio)
En frente de este edificio se encuentra el Corso, la calle que cruza el centro histórico de Roma y la cual nos dirige a varios sitios que no podemos dejar de visitar (están ordenados por orden, empezando por Plaza de Venecia):
  1. El Panteón de Agripa: se construyó hacia el año 125 d.C y es el edificio mejor conservado de la Antigua Roma. Está dedicado a todos los dioses de la mitología romana y destaca en su estructura la gran ventana circular ubicada en el centro de la cúpula, la cual deja pasar los rallos de luz y también la lluvia. En su interior podemos ver la tumba del pintor Rafael y de Victor Manuel II, además de esculturas y frescos de todo tipo. En la plaza donde se encuentra el Panteón también podemos ver la Fuente del Delfín, diseñada por Giacomo della Porta.
  2. Fontana di Trevi: esta fuente era el final de un gran acueducto que abastecía de agua la antigua ciudad de Roma. En el 1762 Nicola Salvi terminó de construir la fuente que podemos admirar, siendo ésta la más grande de Europa. Una de las cosas que no puedes dejar de hacer cuando estás en frente de la Fontana di Trevi es arrojar una moneda de espaldas a ella y por encima del hombro izquierdo, esto te garantizará regresar a Roma.
  3. Piazza Colonna: Esta plaza data de finales del siglo XVI, y recibe este nombre por la gran columna de mármol que se encuentra en el centro de la misma. La columna fue construida entre el 176 y el 192 en honor a Marco Aurelio y a sus victorias contra los germanos y los sármatas. Tiene un relieve en espiral, asemejándose a la Columna de Trajano que encontramos a la derecha del Monumento a Victor Manuel II.  
  4. Piazza España: se llama de esta manera debido a la localización en ella de la Embajada Española ante la Santa Sede. En esta plaza podemos encontrar al menos cuatro puntos de interés: La escalinata: esta gran escalera de 135 peldaños fue inaugurada en 1725 por el Papa Benedicto XIII y su finalidad era conectar la Embajada Española y la Iglesia de Trinità dei Monti. La Chiesa di Trinità dei Monti: La primera parte de la iglesia, de estilo Gótico, fue construida en el siglo XVI sobre un área donada por el rey de Francia Carlos VIII. Por este motivo los dos relojes que se encuentran en la fachada de la iglesia señalan uno la hora de Roma, y otro la de Paris (aunque las dos ciudades tengan el mismo horario). La Fontana della Barcaccia: realizada por Pietro Bernini y su célebre hijo Gian Lorenzo Bernini en el año 1627. Esta fuente está inspirada en la llegada y encallamiento de un barco tras la inundación del rio Tiber en 1598. En ella podemos admirar elementos decorativos como abejas, soles, símbolos papales, ademas de grifos y pequeñas cascadas que hacen de esta fuente una verdadera maravilla. La Columna de la Inmaculada ConcepciónEsta columna de mármol de Corinto fue hallada en 1778 en el Campo de Marte (zona situada en el centro de Roma, donde se encuentra el Panteón de Agripa o Piazza Navona, entre otros monumentos). Su autor fue el arquitecto Luis Poletti.
  5. Piazza del Popolo: en esta inmensa plaza podemos admirar el obelisco Flaminio, dedicado a Ramses II y traido directamente de Heliópolis. Es el segundo más antiguo de Roma y uno de los más altos, y aunque ahora se encuentre en esta plaza, anteriormente se ubicaba por orden del emperador Augusto en el Circo Máximo. En esta plaza también podemos ver las Iglesias Gemelas, Santa Maria dei Miracoli y Santa Maria in Montesanto, empezadas por Rainaldi y terminadas por Bernini y Carlo Fontana. Por último, si alzamos la vista veremos el gran parque de Villa Borghese, donde podremos dar un paseo y admirar una espectacular panorámica de Roma.
(De arriba a abajo y de izquierda a derecha: Panteón di Agripa; Piazza Colonna; Fontana di Trevi; Piazza Spagna, Piazza del Popolo)

Una vez que hayamos llegado a la Plaza del Popolo, nos dirigiremos hacia el río Tiber y recorreremos el "Lungotevere in Augusta" en dirección al barrio de Trastevere. Mientras caminemos encontraremos los siguientes monumentos:
  1. Piazza Navona: Sigue el trazado de un antiguo estadio del año 85 d.C, y es que en la Antigua Roma se utilizaba como pista de atletismo. La plaza como la conocemos en la actualidad data del Barroco, y en ella podemos admirar los siguientes edificios y fuentes: La Fuente de los Cuatro Rios (realizada por Bernini); La fuente de Neptuno y La fuente del Moro (realizada por Giacomo della Porta); La Iglesia de Santa Inés en Agona (realizada por Borromini y Rainaldi); el Palazzo Pamphili (Construido por Pietro da Cortona, es la actual embajada de Brasil). La fuente de los Cuatro Rios es el monumento más famoso de esta plaza junto con la Iglesia de Santa Inés en Agona, resaltando que en la fuente podemos observar como uno de los cuatro ríos parece sostener la iglesia como si fuera a caer, entendiendo la rivalidad entre sus dos creadores.
  2. El Castillo de Sant'Angelo: Este fue iniciado por el Emperador Adriano en el 135 d.C con la finalidad de ser un mausoleo familiar, aunque tras su muerte en 138 fue convertido en un edificio de fines militares. A partir de entonces y hasta 1906 cuando se convirtió en museo  nacional, sufrió numerosos ataques, asedios, cambios de dueños y reestructuraciones. En la actualidad como acabo de decir es un museo donde podremos admirar su magnífico interior plagado de habitaciones, capillas, salas papales e incluso bibliotecas o prisiones. 
  3. La Ciudad del Vaticano: es la ciudad-estado más pequeña del mundo y la única cuyo idioma oficial es el latín. En ella podremos ver los siguientes puntos de interés: Museos Vaticanos: en ellos podremos ver la archiconocida "Capilla Sixtina", la escultura de "Laocoonte y  sus hijos", de "Apolo de Belvedere", el cuadro del "Descendimiento de la cruz", la "Transfiguración", la "Escuela de Atenas"...y si siguiera nombrando las obras más importantes no terminaría nunca, así que directamente recomiendo su visita (Los últimos domingos de cada mes la entrada es gratuita y las colas interminables, pero merece la pena pues la entrada normal en 2011 era de 16€). Basílica de San Pedro: es la basílica que cuenta con el espacio interior más grande del mundo, su cúpula es tan grande que la podemos divisar desde todo Roma. Según la tradición católica este edificio está situado en el lugar de enterramiento de San Pedro. Esta basílica ha tenido tantas remodelaciones hasta la fecha de hoy que podemos nombrar a maestros como Bernini, Miguel Ángel o Giacomo della Porta como algunos de sus autores. En sus tres naves podemos encontrar, entre otros, tumbas de anteriores papas, la escultura de la "Piedad" de Miguel Ángel o el magnífico Altar Papal, obra de Bernini. Si nos introducimos en las Grutas Vaticanas visitaremos las tumbas de otros muchos de los Papas que ha tenido la historia católica. Plaza de San Pedro: actualmente esta plaza se caracteriza por su forma ovala y el pórtico que la rodea, pero antes de que Bernini, Miguel Ángel, Bramante, etc. pusieran sus manos en ella, era rectangular con un gran desnivel. El pórtico que la rodea a ambos lados es obra de Bernini y está formado por 284 columnas y 88 pilastras, con 144 estatuas de santos en lo más alto de ellas. En el centro de la plaza podremos contemplar el obelisco traido de Egipto en el 37 a.C y posicionado allí por el papa Sixto V. 
  4. El Barrio del Trastevere: este barrio medieval tiene un encanto que no podemos dejar de contemplar. Sus pequeñas calles, sus encantadores y tradicionales restaurantes, y el ambiente que se respira en este barrio lo convierten en un lugar de visita obligatoria. En el no encontraremos grandes ruinas o espectaculares monumentos, pero sí nos relajará y gustará pasear por él. Cabe destacar de este barrio su mercado dominical donde podremos encontrar antigüedades u objetos de segunda mano y la plaza de Santa María en Trastevere con su  discreta y bella basílica. 
(De derecha a izquierda y de arriba a abajo: Castel Sant'Angelo; El barrio de Trastevere; Piazza Navona; Ciudad del Vaticano)
Hasta aquí nuestro recorrido por la ciudad eterna, pero son tantos los monumentos y atractivos de esta ciudad que me siento en la obligación de recomendaros algunos sitios que aunque sean menos importantes que los que he analizado anteriormente, son iguales de maravillosos:
- Largo Argentina (plaza donde asesinaron a Julio César, en la actualidad es posible admirar las ruinas)
- El Mausoleo de Augusto (imponente monumento funerario del siglo I a.C)
- Catacumbas de Roma.
- Termas de Caracalla, de Agripa, de Diocleciano, de Nerón, de Tito, de Trajano.
- Archibasílica de San Juan de Letrán
- La Basílica de San Piedro in Vincoli (podremos contemplar la escultura del "Moíses" de Miguel Ángel).
Campo dei Fiore: Barrio de Roma ideal para visitar de mañana y disfrutar de un mercado típico romano, o de noche para vivir el ambiente de pubs y bares.
Piazza del Quirinale: en ella se encuentra el Palacio del mismo nombre, donde tiene su sede la Presidencia de la República Italiana. Desde aquí podrás disfrutar de unas hermosas vistas de Roma.
Piazza Barberini: Aquí podemos ver la Fuente del Tritón, obra de Bernini.
- Basílica de San Clemente: podremos visitarla tanto superficialmente como subterraneamente.
- Santa Maria del Popolo: es una de las iglesias de la Piazza del Popolo donde podremos ver magníficos Caravaggios.
- Basílica de Santa María Mayor: una de las cuatro grandes basílicas de Roma.

(Por cierto, cuidado con la circulación romana. Si conducís andad con mil ojos, tened cuidado con las rotondas y los conductores romanos. Si vais a ver Roma a pie, os advierto que los pasos de cebra no son como en España, allí son meros adorno, no crucéis hasta que no hayan parado). 

Solo me queda desearos: ¡Buen viaje! y recordaros que si tenéis alguna duda no dudéis en preguntarme.

domingo, 31 de marzo de 2013

Historia de Roma, la città eterna.

En mi primera entrada voy a hablar sobre una ciudad que me tiene enamorada desde hace más de dos años. Se dice de ella que no basta una vida para conocerla, que es una ciudad eterna, una ciudad abierta, una ciudad llena de encanto, historia y arte. En efecto, estoy hablando de la inigualable Roma. Está inmersa en la mitología y cultura, y hay tantas hipótesis e historias que tampoco bastaría una vida para contarlas todas. Por ello, resumiré a grandes rasgos la historia de  la Antigua Roma. 

Dice la leyenda que fueron los hermanos Rómulo y Remo, hijos del dios Marte y Rea Silvia, quienes fundaron Roma en el año 753 a.C. Al nacer, los niños fueron abandonados en el río Tiber, hasta que una loba llamada Luperca les encontró, amamantó y crió. Pasados los años decidieron fundar una ciudad entre siete colinas a orillas del Tiber, pero no se ponían de acuerdo sobre la localización exacta de la misma. Por ello consultaron el vuelo de los pájaros, Rómulo vio doce volando sobre el monte Palatino y Remo solo observó seis en otra de las colinas. En ese momento Rómulo empezó a construir una muralla y juró matar a quién las traspasara. Remo despechado atravesó las muralla, esto produjo gran irritación a su hermano, quien cogió una espada y lo asesinó. Llegado a este punto de no retorno empezó a construir la ciudad, creo un senado y una jerarquía y gobernó durante treinta años. Esta historia de los orígenes de Roma es bonita y de un gran valor cultural, sin embargo hay tantas y tan diferentes, que los expertos no se ponen de acuerdo sobre cual de ellas es la verdadera. Así que nosotros nos quedamos con la mitología.

La monarquía fue la primera forma de gobierno de Roma, con un total de 7 reyes, y duró hasta el año 509 a.C, cuando fue abolida y sustituida por la República. Durante estos dos siglos la ciudad se fue convirtiendo de un pequeño núcleo pastoril a un núcleo urbano donde había comercio, industrias, calles bien trazadas, nuevas infraestructuras y mucha, mucha cultura. Los cuatro primeros reyes fueron pastores y agricultores de origen latino y sabino, mientras que los otros tres fueron etruscos con ideas dirigidas hacia la construcción de una ciudad más urbanizada.

Tras la expulsión de los reyes y la instauración de la República en el año 509, el poder recayó en los patricios (jefes de las principales familias romanas), elegidos por los ciudadanos de Roma y que formarían parte del Senado. Fue en este momento cuando se eligieron las siglas de SPQR (Senatus Populusque Romanus) para representar eternamente la ciudad de Roma. Aunque parece que el clima era favorable para los patricios (formaban parte del Senado) y para los plebeyos (ciudadanos), había una gran brecha interna, ya que los primeros disfrutaban de numerosos privilegios, mientras que los segundo carecían de derechos. Esto causó grandes y sangrientas luchas durante más de medio siglo, entre las dos clases sociales. Por fin, en el año 451 a.C se redactó la Ley de las Doce Tablas, convirtiéndose en la primera  ley escrita de Roma que recopilaría los derechos de los plebeyos.
Resuelto el problema entre patricios y plebeyos, empezaron las guerras contra las otras poblaciones que habitaban la península itálica y cuyo objetivo era colonizarlos y expandir de esta manera, la ciudad-estado de Roma. Los primeros en ser derrotados por los romanos fueron los latinos, conquistando así la región que ocupaban, el Lacio  Posteriormente entraron en guerra contra los Samnitas (civilización que ocupaba el sur de la ciudad-estado) para derrotarlos 50 años después, facilitando así la expansión de Roma hacia el sur de Italia.
En el año 272 a.C la colonia griega de Tarento (situada en el sur de Italia) cayó en manos de los romanos, haciendo que éstos dominasen la totalidad de la península. Fue a partir de este momento cuando se empezaron a plantear la dominación de Cartago (fundada por los fenicios y situada en la costa de la actual Túnez). De este modo empezaron las tres Guerras Púnicas, que enfrentaron a cartagineses y romanos, y que tuvieron como resultado la victoria absoluta de Roma, convirtiéndola así en dueña del Mediterráneo occidental. A partir de este momento, empezó la colonización de los territorios ya dominados: el Norte de África, el sur de la Galia y la Península Ibérica.
Durante el siglo I a.C, Roma se colapsó en eternas Guerras Civiles, que tenían como origen el desmesurado poder que poseía Roma y en particular los generales romanos. Al final de este siglo
destaca la figura de Julio César, que consiguió concentrar en su mano todos los poderes políticos pero carecía del apoyo entre los senadores, quienes le asesinaron en el 44 a.C.

En el año 31 a.C Octavio (también conocido como Augusto) se nombró emperador, y de esta forma empezó la tercera etapa del desarrollo de la Antigua Roma: el Imperio. Esta etapa la podemos dividir en dos periodos: el Alto Imperio y el Bajo Imperio.
Durante el primer periodo, los emperadores mantuvieron la República conservando algunas instituciones como el Senado, los Comicios o los cónsules. Pero el emperador se reservaba el derecho de dirigir el ejercito y de proponer candidatos a las magistraturas y al Senado. Entre los años 14 y 68 d.C los herederos de Octavio se sucedieron: Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón. Entre el 96 y el 193 gobernaron los Antoninos: Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pío, Marco Aurelio y Cómodo.
El Bajo Imperio se inició con la subida al poder de la dinastía de los Severos, quienes cambiaron la república por una monarquía y se hacían adorar como si fueran dioses. El final de esta dinastía abrió uno de los siglos más oscuros del Imperio (siglo III), los emperadores se sucedían, los generales arrastraban a Roma hacia guerras civiles sin motivos y la ciudadanía cada vez era más pobre.
En el año 303 Constantino se convertiría en el primer emperador cristiano del Imperio Romano, instituyendo el cristianismo como religión oficial y cambiando la capitalidad del Imperio a Bizancio (pasándola a llamar Constantinopla). En el 378 subió al trono Teodosio, este tuvo que luchar con los pueblos bárbaros como los hunos, los vándalos, los godos... siendo a su muerte cuando dividió el imperio entre sus dos hijos, surgiendo de esta forma el Imperio Romano de Occidente y el Imperio Romano de Oriente.
Sin embargo, los problemas no cesaron y en el 476 el Imperio Romano de Occidente cayó a manos de los bárbaros. Mientras, el Imperio Romano de Oriente sobrevivió hasta 1453, cuando los turcos derrocaron al último emperador bizantino y así cayó Constantinopla (actual Estambul). Este fue el final de un largo dominio de los descendientes de Rómulo.


Para terminar este resumen de la Antigua Roma, voy a mencionar los principales logros y legados que dejaron:
- El arte romano: los emperadores romanos mandaron construir numerosos monumentos e infraestructuras: teatros, anfiteatros, basílicas, acueductos, puentes, calzadas romanas... Los más famosos son el Colosseo, el Circo Máximo, el acueducto de Segovia...
- El latín: da lugar a las actuales lenguas romances: castellano, italiano, francés, portugués..
- El alfabeto romano: vigente en la mayoría de lenguas actuales.
- Roma, centro del cristianismo: en esta ciudad se encuentra la actual ciudad-estado del Vaticano.




miércoles, 20 de marzo de 2013

Bienvenidos

En este blog no voy a escribir sobre la historia de la humanidad, ni sobre los errores y aciertos que han cometido las personas, ni sobre las obras de arte que realizaron los seres humanos hace miles de años y que todavía podemos admirar. Eso ya lo hacen las revistas, libros y guias de historia, de arte y de viajes.
En este blog crearé una unión entre la historia, el arte y los viajes, es decir, analizaré los lugares donde la historia y el arte nos pueden ofrecer un importante atractivo capaz de hacernos coger un tren, un avión o un coche y viajar hasta allí, con el fin de conocer de cerca lo que hace años fue historia.

Hace años, un profesor de historia me dijo unas palabras inolvidables: "La historia es lo más importante para nosotros, sin ella no seríamos lo que somos, y gracias a ella tenemos la posibilidad de aprender de los errores de nuestros antepasados e intentar no tropezar de nuevo con la misma piedra". Aprendemos historia en el colegio, instituto, universidad... y podemos leer revistas y libros que nos narren lo que nuestros antepasados vivieron. Pero lo verdaderamente conmovedor es poder conocer la historia a través de las obras de arte que ellos mismos hicieron, como las cuevas de Altamira, el Colosseo romano, los millones de cuadros de miles de pintores... Estos son solo tres ejemplos de las millones y millones obras de arte que nuestros antepasados hicieron, y con las que nosotros ahora podemos viajar en el tiempo e imaginar la vida en ese momento.
Ya tenemos lo bueno de la historia y del arte, ahora solo nos queda hablar de los viajes... pero creo que eso no necesita explicación. Viajar es una de las mejores cosas que podemos hacer en la vida, y si viajamos a lugares con historia mucho mejor.
Ha llegado el momento de desearos: ¡¡Buen viaje en mi  blog de "Viaja en la historia"!!